jueves, 2 de abril de 2009


A las cinco de la tarde


Hace varios años, Lucas vivía con su familia en una casa alejada de la ciudad. Era una casa grande como para la familia de este niño, que sólo vivía con sus padres. El padre viajaba mucho y Lucas de tan solo cinco años se quedaba con su madre.
Al pequeño le encantaba jugar y siempre estaba acompañado. Él tenía dos amigos, pero no eran reales, eran amigos imaginarios. Lucas se la pasaba jugando con ellos, a los que llamaba Arnold y Ruper. A la madre de el niño no le preocupó mucho que él tuviera estos dos amigos imaginarios, pero pasaba el tiempo y la situación era cada vez más dudosa. Ella siempre encontraba a Lucas en el placard hablando y riéndose, pero lo curioso era que cuando iba a buscarlo y lo encontraba ahí... siempre eran las cinco de la tarde. Era un placard que ya estaba hacía muchos años, pero ninguno de la familia lo usaba. Adentro no había ropa pero sí un caño con una soga que nunca había sido sacada de ahí.
Con el tiempo, la madre se empezó a preocupar porque Lucas no salía a jugar y tampoco veía televisión. Cada vez que llegaba su marido de viaje, ella le contaba lo sucedido con el pequeño, que lo encontraba en ese placard, pero el padre tenía tantas cosas en la cabeza que nunca prestaba atención.
Un día la madre fue a buscar a su niño y se imaginó que seguramente podía estar en ese placard, porque eran las cinco de la tarde. Pero cuando entró a la habitación no oyó la voz de su hijo como siempre. Fue rápidamente hacía el placard y cuando abrió esa puerta viaja y sucia vio a su hijo ahorcado con esa soga que nunca fue sacada de allí.
La muerte de Lucas nunca tuvo explicación para un matrimonio que quedó destrozado. La pareja decidió mudarse más cerca de la ciudad para tratar de estar mejor.
Cuando la madre estaba guardando todas sus cosas para la mudanza, debajo de la cama vio una hoja de diario muy vieja que le llamó la atención. La agarró y era una nota de hacía varios años y empezó a leerla. Cuando terminó de leer ese papel se largó a llorar profundamente. La nota decía " Un matrimonio que vivía fuera de la ciudad mató a sus dos hijos, llamados Ruper y Arnold de tan sólo seis años. Estos niños fueron encontrados ahoracados adentro de un placard.
Los niños fueron hallados a las cinco de la tarde..."


Florencia Solari Yrigoyen

7 comentarios:

Cata dijo...

la verdad flor te quedo muyy bueno

Aylu dijo...

muyyy copada historia flor

Anónimo dijo...

Excelente la idea de este sitio. Muy buena las historia Florence!
Teresita

Anónimo dijo...

la sin "s". En realidad pensaba en las otras también.
Tere

Anónimo dijo...

Muy interesante tu historia Florencia!
Patricia

Anónimo dijo...

Escalofriante pero muy atractiva al mismo tiempo.
Muy buena. Continúen creando.
Marisa Andreoli

Anónimo dijo...

te quedo muy copada florr
ludmi